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RECONQUISTA A TU ESPOSO


En el libro más inesperado de todos, El Apocalipsis de la Biblia, encontramos la receta para reconquistar a nuestro esposo:

“Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia… 4 Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor. 5 ¡Recuerda de dónde has caído! *Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio.” Ap 2:2-4

EL PROBLEMA:

Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia… 4 Sin embargo, tengo en tu contra que has abandonado tu primer amor 

Tal te esfuerzas mucho por tu esposo y tu familia. Te has mantenido fiel y constante con ellos. Pero a lo mejor ya no le demuestras amor tu esposo como al principio. Ya no eres la misma de antes con él. Has dejado de enamorarlo, Has perdido tu primer amor.

Amor es un mandamiento, una decisión. No es cuestión de sentimientos o de ganas. Es un Llamado para todas nosotras. Perdemos el primer amor cuando dejamos de ser intencionales en nuestra conquista por el corazón de nuestro esposo. Por eso la Biblia nos enseña a las casadas la siguiente instrucción:

…una mujer casada tiene que pensar en sus responsabilidades terrenales y en cómo agradar a su esposo. 1 Cor 7:34b

LA SOLUCIÓN

1. Recuerda de dónde has caído.

Recuerda cómo fueron los inicios de tu matrimonio, cómo eran las cosas al principio. Cuando agradar a tu esposo era una de las prioridades de tu existencia. Él sigue siendo ese mismo hombre del cual te enamoraste, el cual amaste en tu juventud. Recuerda todas esas cosas que te hicieron renunciar a cualquier otro hombre y a entregarte solo a él.

2. Arrepiéntete.

(Cambia de dirección)  Es muy fácil que las preocupaciones, los problemas y la rutina nos desvíen del camino. Dios nos ha dado el privilegio de ser la compañera ideal de un hombre para levantarlo a su máximo potencial. . Pero muchas veces terminamos menospreciándolos con nuestras actitudes y criticándolos por todas las formas en las que nos fallan. Hay que arrepentirnos con Dios por fallar en nuestro llamado. Arrepentirse es recapacitar y volver al camino correcto.

3. Vuelve a practicar las obras que hacías al principio 

El siguiente pasaje no solo le habla a los hombres, sino también muestra 5 aspectoS importante de como éramos las esposas en nuestros inicios y cómo debemos de seguir siendo esa mujer para nuestros esposos:

PROVERBIOS 5:18-19 Que tu esposa sea una fuente de bendición para ti.  Alégrate con la esposa de tu juventud. 19 Es una cierva amorosa, una gacela llena de gracia. Que sus pechos te satisfagan siempre.  Que siempre seas cautivado por su amor.

  • Eras de Bendición para tu esposo.

Bendecir, entre otras cosas, significa decir buenas cosas. En los primeros meses de relación no dejabas de contarle a tus amigas a tu madre todas las virtudes de tu esposo, pero en el camino, tal vez empezaste a cambiar las palabras de honra por palabras de deshonra. 

Tus palabras tienen gran peso en el corazón de tu esposo. Vuelve a hablar bien de él delante de sus amigos y de tu familia. Vuelve a decirle lo que tanto te gusta de él.

  • Eras fuente de alegría para él.

Antes eras muy divertida y te esmerabas por pasar tiempo con él, aun en las actividades que a solo a él le gustaban. Eras su porrista #1 y le levantabas el ánimo. Vuelve a ser esa fuente de alegría para él. Aprende de su deporte favorito, sorpréndelo con boletos para el próximo partido, etc.

  • Eras amorosa con él.

Una de las formas predominantes con las que los hombres reciben amor es en forma de actos de servicio. Al principio de su matrimonio, te esmerabas por cocinarle su comida favorita, o por dejarle la ropa implacable y planchada. Pero poco a poco eso se fue convirtiendo en rutina y dejaste de hacerlo por amor. Regresa a las cosas que hacías al Principio. Recíbelo con su platillo favorito en una mesa preparada especialmente para él.

  • Eras su fuente de satisfacción sexual.

En los inicios del matrimonio todo fue una aventura entre ustedes. Te entregabas sin reservas a él y lo sorprendías con ropa interior sexy. Decide volver a ser esa mujer con la cual sueña de día y “duerme” de noche,. Después de todo, tú eres su única fuente legítima de satisfacción sexual.

  • Eras cautivadora.

Cautivar viene de “mantener cautivo”. ¿Recuerdas lo que hiciste al principio de la relación para que quedara enganchado a ti? No estamos hablando de brujería, sino de las miradas coquetas, las palabras cautivantes que usabas, y las caricias sutiles.

Tal vez piensas que no puedes hacer esto hasta que él no cambie su forma de ser contigo. Pero te sorprenderás de cómo puede cambiar poco a poco su forma de tratarte cuando regreses a hacer lo que hacia la mujer de la cual se enamoró.



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