Cada cambio que sufrimos en nuestra vida acarrea problemas que no teníamos antes. Pasó cuando transicionaste de la soltería al matrimonio y empezaste a experimentar conflictos que antes no tenías. Y ahora con el COVID-19 todos estamos experimentando varios cambios simultáneos. Para empezar, estamos pasando mucho más tiempo juntos que antes. Tal vez los dos están trabajando desde casa. Los hijos también están haciendo homeschooling. Tal vez tu o tu pareja se quedaron sin trabajo y experimentaron un recorte de sueldo. Cambios, cambios, cambios.
TENEMOS QUE ACEPTAR 3 COSAS SOBRE LOS CAMBIOS.
Los cambios son inevitables. Si como individuos somos seres en constante cambio, como pareja y como familia se multiplican los factores que traen cambios. Algunos de los cambios que vamos a experimentar los podemos prevenir y prepararnos para ellos, otros llegan de repente y sin avisar. Pero lo que si es seguro es que vienen cambios.
Tenemos que aceptar el cambio. Mientras más nos tardemos en asimilar lo que está cambiando, más frustrados viviremos. Renunciar a lo que fue y aceptar la nueva realidad es la única forma de avanzar hacia el futuro. Tu esposo(a) no es la misma persona que cuando le conociste. Acepta al esposo(a) que tienes ahora.
Tenemos que adaptarnos al cambio. Los negocios que desaparecen son los que no se ajustaron a los cambios sociales. En este momento miles de empresas que no tenían plataformas online están muriendo por falta de clientes. Lo mismo pasa con aquellos matrimonios que se reúsan adaptarse a sus nuevas condiciones. Tal vez ya no puedes gastar tanto como antes, o salir como antes ahora que tienes niños. Especialmente, ya no puedes funcionar como soltero(a) cuando estás casado(a).
Observa lo que nos enseña Pablo:
Filipenses 4:11-13 No que haya pasado necesidad alguna vez, porque he aprendido a estar contento con lo que tengo. 12 Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.
Como matrimonio necesitamos aprender el arte de vivir en cualquier situación (adaptación). Con salud o con enfermedad. Con abundancia y en escases. En México o en China. Con hijos y sin hijos. Por eso aquí te dejamos 5 pasos que extraemos de este pasaje para adaptarnos a los cambios como matrimonio.
CONTENTAMIENTO. Independientemente de la situación que estén enfrentando necesitamos aceptar la nueva realidad y agradecer a Dios por aquello que tuvimos, y aquello que estamos aprendiendo en esta situación.
HUMILDAD. "Esto no puede estar pasándome a mi" ¿Y por qué no? Nadie está exento de problemas. Los problemas nos recuerdan que somos mortales. También necesitamos humildad para tener misericordia de nuestra pareja si el problema es causado por el/ella. Por último, necesitas humildad para reconocer cuando no tienes el conocimiento o la experiencia para resolver los nuevos problemas y es tiempo de pedir ayuda.
DEPENDENCIA DE DIOS. Cuando Pablo termina diciendo. Porque todo lo puedo en Cristo que me da las fuerzas, significa que, para atravesar los tiempos difíciles tenemos que correr a Dios cuando nos sentimos abrumados por los problemas. Cuando no vemos la salida, cuando no sabemos que hacer, corramos a Él en lo individual y como pareja por dirección, sabiduría y fuerza para resistir.
COMUNICACIÓN. Si en las buenas necesitamos comunicación, en las malas más. Necesitamos abrir un canal de comunicación para escucharnos mutuamente. Cómo nos sentimos, Cómo podemos ayudarnos mutuamente. Cómo podemos hacer equipo para resolver el problema (independientemente de quien lo causó), etc.
FLEXIBILIDAD. Flexibilidad es nuestra capacidad de ceder un poco en nuestras posturas rígidas. Ajustar nuestra forma de pensar a las nuevas realidades. Dejar de suponer que lo sabemos todo y estar dispuestos a escuchar a nuestra pareja y a otros. Flexibilidad es estar dispuestos adaptarnos a la condición de nuestro matrimonio o familia y sacar el mejor provecho de la nueva temporada.