La Mayoría de los mexicanos menospreciamos la importancia del Mantenimiento cuando este tiene un costo. Por ejemplo: invertimos en un auto nuevo, y no queremos gastar nada más en él. Pensamos que no hay que hacerle más que cambio de aceite, y lo demás hasta que “truene”; esto en vez de invertir en mantenimiento periódico para que dure funcionando bien por más tiempo. Normalmente, cuando alguien nos ofrece una póliza de mantenimiento, nos negamos rotundamente..
-¿Mantenimiento para qué? Mejor cuando me falle lo reparo o lo desecho y compro otro.
Tristemente muchos trasladamos esta filosofía a nuestro matrimonio. Invertimos en una gran fiesta, anillos, vestido, luna de miel, y nunca más volvemos a invertir en darle mantenimiento a nuestro matrimonio, hasta que se desviela. Entonces sí, algunos buscamos con consejeros, pastores y psicólogos que nos ayuden a reparar el daño, pero muchas veces el daño es tan grande que solamente con un cambio súper costoso de motor, digo, de corazón, se puede salvar. Otros preferimos desechar a nuestra pareja como inservible y al poco tiempo nos encontramos otra nueva relación para desgastarla y repetir la historia.
Sale mucho mejor invertir constantemente en nuestro matrimonio; una salida a tomar un café donde puedan conversar, unas pequeñas vacaciones solos, comprar y leer buenos libros sobre matrimonio, asistir a conferencias o retiros de matrimonios, pasar tiempo orando juntos, hacerle un regalito a tu esposa(o), pagar una noche en hotel , etc.. Este mantenimiento constante en tu matrimonio, mantendrá la máquina funcionando mucho mejor por mucho más tiempo. Si piensas que es mucho el costo, déjanos recordarte que nunca se comparará al costo de no hacerlo.
Hagan juntos un plan de mantenimiento matrimonial.
Comments