Este artículo esta dirigido a matrimonios casados o a parejas a punto de casarse. Por la temática no recomendamos esta contenido para menores de edad.
Más mitos y verdades sobre sexo en el matrimonio.
Seamos honestos, ¿cuántos de nosotros tomamos clases de sexualidad para el matrimonio?, tal vez alguien nos dio una charla matrimonial de una hora, algún familiar o amigo nos dio un consejo aislado o consumimos películas o novelas románticas o eróticas. Eso nos lleva a la siguiente pregunta: ¿cuánto de lo aprendimos es verdad y cuánto mentira? ¿Cuántas de esas creencias falsas ahora son parte de nuestras expectativas y convicciones en cuanto a nuestra sexualidad matrimonial?
Las mentiras que tenemos arraigadas en nuestra mente sobre sexualidad pueden ser una de las causas de nuestras frustraciones y temores que estorban nuestra plenitud sexual de pareja.
Además de los mitos que abordamos en nuestro episodio 45 de nuestro podcast, queremos hablar en este blog sobre otros 3 mitos que causan infelicidad en el matrimonio.
1. Para disfrutar de buen sexo hay que tener un cuerpo perfecto.
Esta mentira está infiltrada en los corazones de muchas mujeres y también de hombres, producto de lo que han visto en películas por años. Por lo general las escenas “románticas” que aparecen en pantalla las realizan artistas con cuerpos esculpidos y aparentemente con cero grasas corporales, no es de extrañarse que nos sintamos tan inseguros con nuestros cuerpos o decepcionados con el cuerpo de nuestra pareja por que no pueden competir contra la fantasía de Hollywood.
Aunque es importante cuidar nuestro cuerpo para estar saludables y ayuda tener una buena presentación e higiene en la intimidad, la verdad es que nuestro cuerpo sufre muchísimas transformaciones durante las diferentes etapas de nuestras vidas; embarazos, crianza de los niños, épocas de mucho trabajo, menopausias o andropausias, caídas de cabello, subidas y bajadas de peso, arrugas, etc. Mantener eternamente un cuerpo de revista es simplemente insostenible para los seres humanos promedio que están formando una familia. No importa cuantas operaciones u horas en el Gym le dediquemos.
Nuestra intimidad sexual no puede depender de algo tan voluble como la forma de nuestro cuerpo, en cambio, si depende mucho de nuestra actitud hacia el sexo; si amamos tener relaciones sexuales con nuestra pareja, no importa la etapa de vida (o forma de su cuerpo) en la que se encuentre vamos a poder disfrutar el uno del otro.
2. El hombre siempre tiene que iniciar con la relación sexual.
Como lo hablamos en el podcast, los hombres no siempre tienen mayor deseo sexual que las mujeres, por lo tanto, no siempre van a tener la iniciativa para iniciar un encuentro sexual. Es por esto por lo que dejar la iniciativa solo en manos del hombre puede disminuir en mucho las oportunidades de tener relaciones sexuales.
Más allá de eso, cuando el hombre recibe el mensaje seductivo de su esposa, él se siente deseado y su necesidad emocional de admiración se llena. Y puede disponerse rápidamente a la intimidad sexual cuando desaparecen de su mente las posibilidades de rechazo con las que tiene que lidiar cada vez que él tiene la iniciativa.
Sabemos que existen casos extremos donde esposas con iniciativa no reciben respuesta de su esposo por razones que abordaremos en otro blog, pero la mayoría de los hombres reciben con Alegria cuando su esposa se muestra deseosa de tener relaciones sexuales con él.
3. Los problemas de intimidad sexual los arreglamos entre nosotros.
La belleza de la sexualidad matrimonial es que un secreto que sólo el esposo y la esposa comparten y disfrutan entre sí. Es una expresión de amor que ocurre en la privacidad de la habitación y ni familiares ni amigos necesitan conocer ningún detalle de lo que sucede cuando cerramos la puerta de nuestra habitación.
Sin embargo, como cualquier otra área del matrimonio, la sexualidad también puede enfrentar problemas. como adicción a la pornografía, relaciones sexuales dolorosas, anorgasmia, eyaculación precoz, infertilidad, disfunción eréctil, problemas emocionales, etc. Y al igual que cualquier que con las otras áreas, necesitamos saber pedir ayuda de especialistas (no de familia o amigos) cuando enfrentamos estos problemas y no hemos sabido resolvernos por nosotros mismos.
Si han pasado más de 3 meses y los problemas siguen, tal vez signifique que como pareja no tenemos los suficientes recursos para resolverlos. Entonces necesitamos salir de nosotros y recurrir a buenos libros, médicos, consejeros matrimoniales o terapeutas sexuales según sea el caso.
Es necesario dejar a un lado el orgullo, la pena o el tabú. Y es más importante que regresemos lo antes posible a una vida sexual de pareja que sea satisfactoria para ambos.
Para más sobre como resolver problemas juntos, te recomendamos nuestro libro INDIVISIBLES
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