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Tu vida personal y tu ministerio

Es común encontrar líderes entregados a su organización, ministerio o empresa. Tan apasionados por su llamado o su visión que empiezan a descuidarse a sí mismos y a sus relaciones de mayor importancia. En otras palabras pierden el balance. El problema es que un líder sin balance pronto manifestará problemas en las áreas más importantes de su vida que tarde o temprano repercutirán en su capacidad de liderar.


Sobre todo los que servimos en la Iglesia tenemos la tendencia a desbocarnos por el ministerio con la idea de que estamos haciendo el trabajo de Dios y terminamos con serios problemas en otras áreas. Observa lo que dice el siguiente pasaje.


Hechos 20:28 »Entonces cuídense a sí mismos y cuiden al pueblo de Dios. Alimenten y pastoreen al rebaño de Dios —su iglesia, comprada con su propia sangre[a]— sobre quien el Espíritu Santo los ha designado ancianos.

Pablo nos está enseñando que para cuidar a otros primero tenemos tener cuidado de nosotros mismos. Solo así podemos dar lo mejor de nosotros con constancia.


8 COSAS QUE NECESITAS CUIDAR DE TU VIDA


1.- TU SALUD FÍSICA


Es muy difícil hacer nuestra función de líderes cuando estamos físicamente enfermos o fatigados. Mantener nuestro cuerpo en buenas condiciones no solo nos ayuda a servir con energías sino que también es un buen testimonio de que tenemos control propio.


3 Juan 2 Querido amigo, espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu.

Tu salud física requiere de que designes tiempo y recursos para alimentarte saludablemente, hagas ejercicio, descanses lo suficiente y tengas actividades recreativas. 


2.- TU SALUD EMOCIONAL


El corazón de un líder está constantemente bajo ataque con semillas de temor, orgullo, amargura y autosuficiencia. Tenemos que estar en constante autoevaluación con la ayuda de Dios para ver si no se ha colado algo de esto en nuestros corazones que después pueda dar un fruto adverso a nuestro ministerio.


Salmos 26:2 Ponme a prueba, Señor, e interrógame; examina mis intenciones y mi corazón.

3.-TU INTEGRIDAD


Nada descalifica más a un líder que el que sea sorprendido viviendo una vida diferente a la que enseña. Cuidar tu integridad respalda tu autoridad. 


1 Corintios 9:27 Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.

Integridad no significa que seamos perfectos, pero significa que somos transparentes. Es especialmente importante para todo líder que rinda cuentas a una persona de autoridad, de manera que esa persona conozca la condición del líder y en caso de ser necesario tenga la autoridad de pedirle que se detenga cuando está en cuestión su integridad.



4.- TU REPUTACIÓN


Eclesiastés 7:1 Vale más una buena reputación que un perfume costoso.

Proteges tu reputación no haciendo cosas buenas que parezcan malas. Cuida tu interacción con el sexo opuesto. No uses los recursos de tu iglesia para uso personal. Lleva cuentas claras y transparentes cuando se trate de dinero. Cumple lo que prometes y no prometas si no vas a poder cumplirlo.


Mateo 5:37  Simplemente di: “Sí, lo haré” o “No, no lo haré”. Cualquier otra cosa proviene del maligno.

5.- TUS RESPONSABILIDADES


Tener responsabilidades en la iglesia no te exime de cumplir con tus responsabilidades laborales, maritales (si aplica), con tus hijos (si aplica), con tus padres, hogareñas, escolares, etc. Ser descuidado con tus responsabilidades por servir en la Iglesia no te hace ver más santo, te hace ver irresponsable por aquellos que te rodean (especialmente para los que no son cristianos).


1 Corintios 7:32-34 Quisiera que estén libres de las preocupaciones de esta vida. Un soltero puede invertir su tiempo en hacer la obra del Señor y en pensar cómo agradarlo a él; pero el casado tiene que pensar en sus responsabilidades terrenales y en cómo agradar a su esposa;


6.- TU RELACIÓN CON DIOS


Servir a Dios no es lo mismo a tener una relación con Dios. de repente nos podemos ocupar tanto en actividades de la Iglesia que dejamos de relacionarnos con aquel al que estamos sirviendo. Nuestra vida espiritual se empieza a secar y empezamos a funcionar solo con recuerdos de lo que fué nuestra relación con Dios.


Mateo 16:26 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?

7.- TU RELACIÓN CON OTROS


También es frecuente encontrar líderes solitarios alejados de sus relaciones vitales, es decir, sin amigos, distanciados de sus esposas, o de sus padres o de sus propios líderes. También como líderes necesitamos estar seguros de que, en lo que a nosotros concierne estamos en paz con todos, que nadie tiene conflictos activos con nosotros que no hemos sido intencionales en resolver si hay algo de nuestra parte que podamos hacer.


Hebreos 12:15 Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos.

Un líder aislado es un líder en peligro.


8.- TU DESARROLLO PERSONAL


Otro elemento que respalda el liderazgo de una persona es su constante crecimiento. Si por ayudar a otros a crecer dejas de crecer tu, llegará pronto el día donde seas rebasado por aquellos que te siguen y tu liderazgo pierda relevancia. Sigue capacitandote, leyendo libros, participando de congresos y cursos que te ayuden seguir avanzando en las diferentes áreas de tu vida, como lo profesional, familiar, y ministerial.


Eclesiastés 10:10 Si se usa un hacha sin filo hay que hacer doble esfuerzo,  por lo tanto, afila la hoja. Ahí está el valor de la sabiduría:  ayuda a tener éxito.


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